martes, 5 de abril de 2022

Agencia Serrano

No tuvo un final épico, un triple casi sobre la bocina, una canasta ganadora, un nombre para la posteridad. No tuvo una invasión de cancha, no sé si tuvo una foto de portada, no recuerdo imágenes televisivas ni la voz emocionada de Paco Mangut. No tuvo una plaza llena, ni un recibimiento multitudinario como aquel ascenso del Cáceres a la ACB que dentro de unos días cumplirá 30 años. 

No tiene quizá el recuerdo de las grandes citas, de las grandes gestas, de los grandes nombres. No está en el archivo de históricos habituales que se vienen rápido a la memoria de logros imborrables, pero fue una gesta, un paso hacia la élite, el acceso al mejor baloncesto del país en un momento de indudable talento, previo a la fuga de estrellas que conllevó la crisis. 

El 14 de abril, hace 15 años del ascenso del Agencia Serrano de Badajoz a la Liga Femenina, a la máxima categoría del baloncesto español. Era el segundo ascenso extremeño a la élite femenina, pero el primero que llegaría a materializarse. Un equipo construido para subir (o, al menos, para intentarlo), para dar un paso al frente tras muchos años en la categoría, sin un gran presupuesto pero con una gran gestión: plantilla más bien corta, buenos fichajes con un gran quinteto y cantera liderada por la jugadora pacense más reconocida: Lorena Infante. Un equipo que dominó su grupo ante conjuntos que hoy soy un referente y se mantienen en la cima como el Universitario Ferrol y que llevó a Extremadura a lo más alto de nuestro baloncesto 4 años después del descenso del Cáceres.

Recuerdo aquel día, recuerdo aquel 14 de abril. Yo cumplía entonces justo dos meses en Canal Extremadura Radio. Mentiría si dijera que recuerdo cómo fue el Minuto 30 de aquel sábado, con quién hablamos, si abrimos o no con el partido que iba a meternos en la máxima categoría (creo que sí, que Pepe Ramos fue nuestra portada). Tengo que mirar las estadísticas para ver los resultados de aquella fase de ascenso. No tengo un recuerdo tan fresco como lo tengo sobre las fases jugadas por el AlQazeres más recientemente y más presentes. Sí me acuerdo de algunos nombres: Lorena Infantes, Valentina Aragoneses, Pamela Moral, Cristina Mauricio, la joven  o Silvia Romero, que estuvo después también en los ascensos cacereños. Y como no, Fernando Méndez, el entrenador que llevó a aquel equipo a la gloria, el intermediario en las conversaciones semanales de lo que pasaba, un gran tipo y entrenador, sosegado, de fácil explicación y verbo calmado. 

Recuerdo aquella tarde. Más aquella tarde que aquel día. Era difícil seguir el partido. Se podía seguir con las fórmulas que por entonces ofrecía la Federación. Juraría que lo pude ver a través de internet, porque tengo grabada en la retina alguna imagen de la celebración, pero no sabría decir si fue fruto de la retransmisión desde La Seu de Urgell o si fue una instantánea que vi después. Pero recuerdo esas caras de felicidad, recuerdo estar pendiente (creo que a la publicación del resultado) para saber si se había conseguido el ascenso, si el partido ante el Olesa acababa en victoria (la cuarta en cuatro partidos de la fase) y podíamos contar en el boleto de las 20hs (el partido había empezado a las 18hs) la llegada a la cima, el ascenso. Allí estábamos Antonio, Da Silva y yo. Yo pendiente del ordenador, hoja en mano para llamar rápidamente a Fernando Méndez o al presidente, José Ramos (si no recuerdo mal) para tener un corte con el que ilustrar la alegría en el boleto. Era la noticia del día, una de las noticias de un año especialmente prolífero en alegrías (como aquel título de Campeón de Europa logrado por el Línex Magic unos meses después). Me gustaría volver a escuchar aquel boletín. Me gustaría revivir aquella tarde, revisar aquel partido o la intrascendente final del día después (por la mañana, ante el anfitrión Cadí). Me gustaría revisarlo todo y saber si le di la importancia que merecía y el lugar hacia el que nos llevó y medir cuánto hemos cambiado y cuánto no. 

Aquel día fue un día importante. Fue el paso adelante definitivo que uno no puede dejar de asociar como germen a lo que vino después. Badajoz y Cáceres llevaban años en Liga Femenina 2, pero aquel ascenso quizá nos hizo creer que todo era posible y que era importante, aunque no lo pareciera. 

Aquel partido nos llevó a la máxima categoría de un baloncesto español que ya había iniciado su época dorada, esa de medallas y pódiums que arrancó en 2003 y que sólo se detuvo el año pasado en Europeo y Juegos. Cuando el Agencia Serrano Badajoz subió, España ya acumulaba 3 bronces y una plata europeas logradas de forma consecutiva.

Cuando el Agencia Serrano Badajoz subió, Amaya Valdemoro ya había ganado 3 anillos de la WNBA y tocaba la cumbre europea con el CSKA. 

Cuando el Agencia Serrano Badajoz subió, Perfumerías Avenida y Ros Casares se hacían un nombre en Europa, eran referentes del baloncesto continental. Equipos como el Celta o el Mann Filter Zaragoza (con el que el equipo pacense se jugó el ascenso en la última jornada) daban lustre a la Liga Femenina y jugadoras como Laura Nicholls, Alba Torrens, Anna Cruz, Lucila Pascua, Elisa Aguilar, Laia Palau, Silvia Domínguez, Anna Montañana, Sancho Little o una jovencísima Cristina Ouviña pisarían el parqué de La Granadilla. 

Recuerdo el día del descenso televisado en diferido, la victoria más amarga de aquel equipo, su inexplicable caída al abismo, los intentos de José Manuel Mata, Dolores Suárez o Joaquín Cabrera de reflotar el equipo femenino en Badajoz y esa falta de conexión que parecen tener los distintos proyectos (incluiría también al Santa Teresa) con una ciudad que hace demasiado que no toca más élite que la que nos permite disfrutar el Mideba o la que nos ha dado el Santa Teresa.

El Agencia Serrano (Extremadura Dato después), el Habitacle (el Círculo, años antes), el Badajoz Batalyaws, el Pines... Nombres que nos hicieron pensar en grande pero que no terminaron de conectar o, no sé por qué, acabaron diluyéndose.

Quizá recordando todos estos proyectos, uno recuerda con más emoción aquel 14 de abril en el que el Agencia Serrano Badajoz logró el ascenso a Liga Femenina en La Seu de Urgell, una cancha que ha vivido una historia completamente diferente y que miramos con cierta envidia.

Feliz aniversario, Lorena, Fernando, Silvia, José... Enhorabuena y gracias por habernos permitido disfrutar del mejor baloncesto.

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